jueves, 10 de marzo de 2016

CUENTO INDIVIDUAL DE LA PREHISTORIA



-Hola amiguitos y amiguitas mi nombre es bum/bam. Hace mucho, mucho tiempo, en la Prehistoria, los niños y las niñas vestían con muy poquita ropa: la ropa de abrigo se la fabrican ellos con pieles de animales y telas que preparaban sus papás. Así como me la hacían a mí.

Yo, hace mucho mucho tiempo vivía con mi familia en un monte, con mi padre hunga y mi madre hunga hunga. Muchas veces, nos reunimos con otras familias y amigos para coser ropas y bolsos y para fabricar lanzas con palos y piedras.


 Las lanzas las utilizamos para cazar. También preparábamos cestos con ramas de los árboles, para poder guardar los frutos silvestres que recolectamos en el campo.


Nuestras casitas no eran como las de ahora: a veces vivíamos en cuevas, y otras veces, en tiendas de campaña hechas con pieles y palos.


 




Un día por la noche, los mayores hicieron fuego al lado de nuestra casita, para no tener frío. A media noche escuché ruidos… y no podía dormir.
Mi mamá se levantó y me dijo que un ciervo nos había hecho una visita, pero cuando vio el fuego, se marchó muy rápido. Así que el fuego que hacían por las noches mi papá y mi mamá, también servía para ahuyentar a los animales.



 Al día siguiente fui corriendo a contárselo a mis amiguitos y me dijeron que ellos también lo habían escuchado. Vivimos todos muy cerquita y jugamos mucho, con piedras, con palos, con los árboles, con los caracoles, las hormigas y corriendo por el campo.




Por la noche, mi familia me dijo que al día siguiente debíamos de partir hacia otro lugar, porque nuestra casa, no estaba siempre en el mismo sitio, Cada cierto tiempo nos vamos a otro lugar y la volvemos a construir o buscamos otra cueva.



Esto ocurre cuando se acaba la comida en un sitio. Entonces, cogemos nuestras cosas y nos vamos a otro lugar donde encontrar comida de los árboles, y de la tierra. Allí, volvemos a construir nuestra tienda o buscamos una cueva en la que podamos vivir durante un tiempo.




 Sí: nosotros somos los encargados de buscar la comida, porque no hay tiendas ni ningún sitio donde podamos comprarla. Además, para ir de un lugar a otro íbamos caminando, no en carro, ni en moto y mucho menos en bici.




Ahora todo eso ha cambiado ¿verdad?, pero yo he venido para contarles cómo vivíamos nosotros hace mucho mucho tiempo. Otro día volveré y les contaré muchas más cosas y aventuras que me ha pasado con mis amigos.


Chaooooo.